Pablito – El Nombre de Jesús
Mi historia
CUANDO HAY QUE DARSE PRISA
Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo pronto (Juan 13:27). La orden de Cristo a Judas Iscariote muestra que el Señor sabe todo lo que sucede en el corazón de las personas. Cuando adoptan una postura para hacer algo bien o mal, difícilmente cambian de opinión. Así que mire lo que está pasando adentro, porque si ha cometido pecado, ¡eso le separará de lo que es la imagen Dios!
El estudio de este mes trata de la necesidad de apresurarse para corresponder al corazón del Altísimo. Correr para hacer el bien es beneficioso, pero algunos se apresuran a hacer el mal, y eso no está bien. ¡Velad y orad!
EN LA DESTRUCCIÓN DE SODOMA: Date prisa y escápate allá, porque nada podré hacer hasta que hayas llegado. Por eso fue llamado Zoar el nombre de la ciudad (Génesis 19:22). Dios escuchó parte del clamor de Abraham por su sobrino, aunque no había diez justos en aquella ciudad. Antes de destruir ese lugar de prácticas inmundas, el Señor hizo que Lot y su familia se fueran, para que escaparan del daño. Vea: los siervos de Dios serán advertidos de las grandes catástrofes que plagarán al mundo. Aquí está la promesa para los que habitan en el escondite del Altísimo: no vendrá ningún mal, y ninguna plaga llegará a su morada (Salmos 91:10).
CUANDO DIOS SE APRESURA: Y que el faraón haya tenido el sueño dos veces significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla (Génesis 41:32). Dios habla por Su Palabra y de otras maneras, pero cuando se da Su advertencia por segunda vez, es porque tiene una necesidad urgente de dar el escape. De este modo, si escucha el mensaje del Señor nuevamente, actúe al instante, en el Nombre de Jesús. Él está listo para cumplir lo que ha dicho. Lo que el Padre determina sucederá, independientemente de la oposición del hombre.
DAVID FUE SALVO EN LA ÚLTIMA HORA: Entonces llegó un mensajero y dijo a Saúl: “Ven en seguida, porque los filisteos han hecho una incursión en el país” (1 Samuel 23:27). Era solo una cuestión de tiempo antes de que Saúl pusiera sus manos sobre David, aunque rápidamente escapó. Sin embargo, como Dios es omnisciente, sabía lo que estaba sucediendo y así hizo que los filisteos invadieran Israel. Con eso, Saúl dejó la persecución de David para más adelante, lo que no volvería a suceder. La medida del pecado de ese rey había agotado la paciencia del Señor.
EL JOVEN DESCUIDADO: Como el ave que se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta traspasa su corazón (Proverbios 7:23). La prostitución trae la pena reservada para aquellos que se rinden a este pecado. La pasión es ciega, y la persona ve al monstruo como un ángel. Pero si tiene el temor de Dios como guía, no cederá a las mentiras de Satanás. Ahora bien, nadie tiene una licencia divina para deshonrar su hogar o el de los demás. No obstante, si se atreve a hacer esto, la flecha que se usará contra las fuerzas del mal le matará, ¡si no se arrepiente a tiempo!
EL PELIGRO DE NO TENER CONOCIMIENTO: El alma sin ciencia no es buena, y aquel que se precipita, peca (Proverbios 19:2). Tenemos la misión de hacer que las personas conozcan la Verdad, lo que les ayudará a escapar de las intenciones del diablo. Ahora, él vino a hurtar, matar y destruir (Juan 10:10). Aquellos que caen en las mentiras del maligno, antes de lo que creen, verán cómo sufrirán por no prestar atención a las advertencias de la Palabra. Busque el conocimiento que le liberará de los planes del imperio de las tinieblas. ¡Estar en comunión con el Señor es saludable!
EL CASTIGO DEL APRESURADO: El hombre fiel recibirá muchas bendiciones, pero el que quiere enriquecerse de prisa no estará libre de culpa (Proverbios 28:20). Nadie debe dejarse llevar por la codicia. Quien se rinda será llevado al abismo de la derrota. Para el individuo que se atreva a recurrir a prácticas prohibidas, habrá un castigo severo; entonces, ¿por qué hacer el mal? El siervo fiel permanecerá dentro de la voluntad del Señor. Por lo tanto, nunca sea el perdedor, sino quien abundará en bendiciones.
MOAB SE APRESURÓ AL MAL: Cercano está el quebrantamiento de Moab, a punto de llegar; mucho se apresura su mal (Jeremías 48:16). Cuando el hombre se deja poseer por las tentaciones, está a punto de caer en las cadenas de Satanás. Quien asume las propuestas del enemigo le autoriza a actuar en su vida. De este modo, ante esto, huya rápidamente de ellas, ya que resultarán en una angustia total. Sea un verdadero siervo del Altísimo, actuando con prudencia. Como hizo Jesús en el desierto, reprenda al diablo y sus demonios, exigiendo que se retiren.
¡Hay que estar atento! Al igual que con Cristo, el tentador esperará el momento adecuado para tentarlo. Siga la dirección bíblica y actúe sabiamente agradando a Dios. Viva al más alto nivel, creyendo verdaderamente en el Todopoderoso.
LA PRISA PARA EL SOBORNO: Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda y el juez juzga por recompensa; el poderoso habla según el capricho de su alma, y ellos lo confirman (Miqueas 7:3). Hemos visto lo que pasa a nuestro alrededor, hasta el punto de decir que todos los hombres son malos, porque aceptan las sugerencias del enemigo. Es cierto que muchas personas experimentan todo tipo de perturbaciones, pero con nosotros es diferente. Somos mensajeros de la paz de Cristo. De esta forma, deshágase de los errores y confíe en el Señor, quien es veraz y nunca le abandonará.
LA VOZ DEL DÍA DEL SEÑOR SE APRESURA: ¡Cercano está el día grande de JEHOVÁ!¡Cercano, muy próximo! Amargo será el clamor del día de JEHOVÁ; hasta el valiente allí gritará (Sofonías 1:14). Más de lo que usted puede desear, la voz de Dios, capaz de darle la liberación, se apresura a actuar en su favor. En el Nuevo Pacto, el Evangelio, esa voz, que es el Padre en acción, viene con poder pleno y diligente para hacer lo que anuncia. Ríndase a lo que Dios le habla y determine su victoria, creyendo que el mal no resistirá la acción divina, que llega con agilidad. Medita en este versículo: Si en mi corazón hubiera yo mirado a la maldad, el Señor no me habría escuchado (Salmos 66:18).
Em Cristo, con amor,
Dr. Soares