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CUIDADO CON LA SOBERBIA
Nuestro estudio de este mes trata sobre la soberbia, que se apodera de las personas que se dejan dominar por ella. Desafortunadamente, muchos cristianos dejan que este mal se apodere de sus corazones y así abandonan la presencia de Dios y caminan de acuerdo con la guía del imperio de las tinieblas. La Biblia habla de este sentimiento altivo y, naturalmente, lo condena.
PROFETA ALTIVO – En el Antiguo Testamento, si alguien se sentía inferiorizado por el hecho de que Dios no lo estaba usando y resolviera hablar en el Nombre del Señor, cuando Él no había dicho nada, el pueblo no debería tener respeto por el tal “profeta”: Si el profeta habla en nombre de JEHOVÁ, y no se cumple ni acontece lo que dijo, esa palabra no es de JEHOVÁ. Por presunción habló el tal profeta; no tengas temor de él (Deuteronomio 18:22).
REMEDIO PARA LA SOBERBIA – El rey Ezequías, un gran hombre delante de Dios, no temió al gobernante de Asiria. El rey de Judá estaba muriendo, pero al humillarse ante el Altísimo, fue sanado. Sin embargo, cuando prosperó, mostró sus riquezas a los príncipes de Babilonia, un acto severamente reprendido por el profeta Isaías. Debido a su mala actitud, mostró temor del Señor y se sometió a Él: Pero después de haberse enaltecido su corazón, Ezequías se humilló, él y los habitantes de Jerusalén; por eso no estalló sobre ellos la ira de Jehová en los días de Ezequías (2 Crónicas. 32:26).
LA ORACIÓN DEL REY AMADO – David declaró que era difícil para cualquiera conocer sus propios errores y oró para que él fuera perdonado por aquellos que estaban escondidos (Salmos 19:12). Luego continuó su clamor a Dios: Preserva también a tu siervo de las soberbias, que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro y estaré libre de gran rebelión (Salmos 19:13). ¿Qué tal pedir lo mismo? Si la soberbia reina en su vida, nunca será honesto ni estará limpio de las transgresiones.
ENVIDIA A LOS ORGULLOSOS – Asaf habla de este peligro: En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies, ¡por poco resbalaron mis pasos!, porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos (Salmo 73: 2,3). Es bueno vigilar, sin ceder al enemigo en su corazón. Como Eva, cualquier persona encontrará razones en el fruto de la soberbia. Después de aceptar la insinuación del diablo, uno puede ver ese sentimiento como una virtud.
HERMANA GEMELA – Quien se abre a la arrogancia para que invada y se instale en su ser autoriza la afronta en su vida. Las Escrituras afirman: Cuando llega la soberbia, llega también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría (Proverbios 11:2). Es mejor ser humilde y la sabiduría se encontrará en usted.
RESPONSABLE DE LA CONTIENDA – Quien se deja poseer por la soberbia pronto ve su vida convertida en un gran lío, porque, por nada, las personas contienden con él. Vea el siguiente consejo de la Palabra de Dios: Ciertamente la soberbia produce discordia, pero con los prudentes está la sabiduría (Proverbios 13:10). Tenemos que aconsejarnos con los profetas y otros escritores de la Biblia porque fueron inspirados por el Espíritu Santo para enseñarnos el bien.
LA RECOMPENSA DE LOS OPUESTOS – El necio trae en su boca el castigo impuesto por la presunción. Por otro lado, los labios de quienes aman estudiar y cumplir la Palabra de Dios los preservarán de molestias y aflicciones. Así dice el Señor: En la boca del necio está la vara de su soberbia; a los sabios, sus labios los protegen (Proverbios 14:3). ¡Su forma de vida muestra de qué lado está!
ACTITUDES PELIGROSAS – La persona que se niega a caminar bajo la dirección del Cielo permite la entrada de la soberbia y, en poco tiempo, se encontrará necesitada; ya los altivos de espíritu caerán en las trampas del enemigo. La Biblia advierte que estas dos posturas son traicioneras y peligrosas. Desafortunadamente, muchas personas prefieren correr el riesgo y luego no estarán aquí para explicar cómo se declararon en quiebra. Los que se rebelan contra la ley divina pagan caro. Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída, la altivez de espíritu (Proverbios 16:18).
UNO CAE Y EL OTRO SUBE – Casi todos los días, escuchamos que personas pierden todo: dinero, familia, moral y salud. Pero también conocemos a otros que prosperan y se vuelven felices y bienvenidos por todos. La Biblia explica, en pocas palabras, por qué esto sucede: La soberbia del hombre le acarrea humillación, pero al humilde de espíritu lo sustenta la honra (Proverbios 29:23). Si somos humildes, recibiremos honor; sin embargo, si preferimos la soberbia, las personas comentarán esta decisión. ¡Nuestro estado muestra nuestras opciones!
POBRES PECADORES – La historia muestra que nunca valió la pena caminar en la mano del diablo, pero muchos insisten en hacer esto y luego, cuando se encuentran en la ruina y sufrimiento, se desesperan, culpando a esto o aquello. Así ha dicho Jehová: Castigaré al mundo por su maldad y a los impíos por su iniquidad; haré que cese la arrogancia de los soberbios y humillaré la altivez de los tiranos (Isaías 13:11). De una cosa podemos estar seguros: hay hombres que van hasta el final en la arrogancia y muestran su locura. Luchan por demostrar que el Creador no existe y todo surge por acaso. LA PROFECÍA NO FALLÓ – En todas las generaciones hubo personas temientes de Dios, las cuales no se arrepintieron de darle el señorío de sus vidas. Ahora, hubo otros que fueron engañados por el diablo, de quien negaron su existencia y se equivocaron. Algunos imperios parecían eternos, pero poco después resultaron ser “castillos de arena”. Vea las palabras de Isaías acerca de uno de estos reinos: Y Babilonia, hermosura de reinos, gloria y orgullo de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios (Isaías 13:19). ¡La profecía se cumplió!