Paso de fe
“Dios me salvó de la muerte”
FE EN CRISTO AL PIE DE LOS ANDES
IIGD en Perú y Bolivia: evangelización, consejería espiritual y acción social
Viviane Castanheira
Perú y Bolivia son naciones con una historia y tradiciones similares. Habitada por pueblos indígenas desde tiempos inmemoriales, la región andina ha visto florecer poderosas civilizaciones, como el Imperio Inca. Los actuales territorios de ambos países fueron ocupados por conquistadores españoles en los siglos XVI y XVII, interesados en explorar los ricos yacimientos de oro y plata de esa zona. Independientes desde el proceso de liberación de Hispanoamérica en la primera mitad del siglo XIX, Perú y Bolivia buscan, desde entonces, el desarrollo. Formados en su mayoría por descendientes de indígenas, sus respectivas poblaciones enfrentan dificultades con relación a la pobreza y la inestabilidad política ––de vez en cuando, en ambas naciones, la democracia es sacudida por golpes de Estado y levantamientos militares–. En consecuencia, bolivianos y peruanos anhelan un mensaje de fe y esperanza que los motive a pensar en una vida mejor. Allí, junto a la majestuosa Cordillera de los Andes, la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD) ha predicado el Evangelio, en la certeza de que el mismo Cristo que actúa poderosamente en Brasil está con Sus manos extendidas hacia Perú y Bolivia.
La obra fundada por el Dr. Soares llegó a Perú en 2005. En la capital, Lima, la IIGD tiene cuatro templos –en Lince (la sede), y en los barrios de Olivos, Ventanilla y Villa El Salvador, donde se reúnen alrededor de 700 miembros–. Si este número parece pequeño en comparación con la realidad brasileña, donde un tercio de la población profesa ser evangélica, es necesario considerar la fuerte influencia del catolicismo romano sobre los peruanos. Más del 80% de los habitantes del país se identifican como católicos. “No hay restricciones para la proclamación del Evangelio, sin embargo el mayor desafío es precisamente esta tradición religiosa”, destaca el pastor León Costa, líder de las actividades de la Iglesia de la Gracia en Perú. Además de él, trabajan en la obra de Dios en el país otros 6 pastores, 5 evangelistas y 20 colaboradores. “El mensaje de nuestra Iglesia es bien aceptado localmente. Muchas personas han sido cambiadas a través de nuestro ministerio.”
León y su esposa, Pra. Vânia, coordinan una serie de actividades espirituales apoyadas por la Iglesia: “Evangelizamos en las calles, plazas y en asentamientos humanos y hospitales, llevando ropa y alimentos a los necesitados. El equipo de fe del Dr. Soares aquí siempre está activo, haciendo campañas y cruzadas”, garantiza. La pareja vivió durante un tiempo en Madrid, España, y dirigió la IIGD allí. Pero hace seis años, Vânia y León recibieron un llamado para servir al Señor en Perú. “En 2022, la meta es abrir cuatro nuevos templos en diferentes lugares, llevando el Evangelio a todos los rincones de esta nación de manera presencial y mediante plataformas virtuales”, agrega el pastor. La tele evangelización ha sido una herramienta esencial en la difusión de la Palabra. Además de la transmisión del Show de La Fe y el S.O.S de la Fe por el canal de TV Nativa, se transmiten una serie de servicios y programas en redes sociales e internet. “El lunes tenemos el programa Venceré; el martes, Mujeres que Vencen; los jueves es el turno del Momento del Break, y los sábados se transmite el programa Llegó Tu Tiempo”, explica el pastor.
Año de recomenzar
La cuarentena por la pandemia del covid-19, lejos de arruinar la IIGD en Perú, la impulsó aún más. “Tuvimos que buscar formas de mantener fuerte a la Iglesia y comunicar fe y esperanza. Hicimos una escala, y cada hora había un pastor tomando la Palabra y orando con la gente a través de Facebook”. Además, armamos varios grupos de difusión en WhatsApp y mantuvimos teléfonos fijos y celulares disponibles para quien lo necesitara. “Fueron días de extremo dolor y sufrimiento, ya que muchas familias perdieron todo y todos. En esos momentos, las transmisiones fueron un bálsamo para los peruanos”.
En Bolivia, el uso de la tecnología también ayudó a la Iglesia de la Gracia a mantenerse activa. “Fue la forma que encontramos para estar presentes incluso desde la distancia”, destaca el pastor Keven Costa. Hijo del pastor León, es el responsable de la IIGD en esa nación. El templo en la ciudad de Santa Cruz de La Sierra, actualmente la única iglesia de la Iglesia en el país, abrió sus puertas en febrero de 2017 y tiene servicios tres días a la semana. Keven trabaja junto a un ministro y dos colaboradores. Reconoce: en este territorio, la evangelización no se realiza con la misma intensidad que en Brasil. Sin embargo, el líder es bastante optimista: “Pronto, esta situación será transformada por el poder de Dios a través de nosotros”.
Ante la realidad social de la mayoría de las familias bolivianas, la IIGD colabora como puede, el propósito Un Quilo por Amor ha llevado alimentos a los más vulnerables económicamente, y hay una labor constante de evangelización y visitas a hogares y hospitales. El pastor Keven cree que su ministerio tiene mucho que ver con su formación cristiana: “Crecí en un ambiente evangélico y pertenezco a un hogar misionero. Vi a mi padre consagrar su vida y luchar por la obra de Dios. Así que en mi corazón ardía el deseo de ser como él, un siervo fiel del Señor y un ganador de almas”. Keven está entusiasmado con las perspectivas para El Año del Recomienzo: “En 2022, queremos consolidar la Iglesia y, con el favor divino, abrir nuevos templos. En Bolivia, seguimos la misma línea que el ministerio IIGD en Brasil. Quien abre su corazón a la Palabra siente que vale la pena confiar en Jesús”.