Reconciliación con Cristo
Transformación completa
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ITALIA
Empleo nuevo
El italiano Alessandro, tenía un empleo que le exigía mucho y que no le gustaba: era un agente funerario. Por ello, y aunque tenía edad avanzada para el mercado de trabajo, decidió dar un giro a su vida profesional. “Lo hice durante la pandemia del nuevo coronavirus”, revela. Aquel paso se fundamentó en el auxilio espiritual recibido de la Iglesia de la Gracia y de los hermanos. “Tuve fuerzas para perseverar, incluso después de varios intentos fallidos”. Y, cuando Alessandro menos se lo esperaba, surgió una oportunidad. “Dios me abrió las puertas de este trabajo cerca de casa”, conmemora. “Gracias a todos los que patrocinan esta obra.”
IRLANDA
“Ya no tengo nada”
La transmisión en línea de las reuniones, oraciones, contenidos espirituales y mensajes de parte de la Iglesia de la Gracia en más de 20 lenguas ha bendecido a personas de todos los rincones del planeta. Aunque viva en Irlanda, Claudia acompaña las programaciones del Dr. Soares y de su equipo en rumano, su lengua materna. Hacía más de un año que sufría de un nódulo en la nuca. “Era del tamaño de un puño y me provocaba jaqueca y mareos”, se desahoga. Espectadora fiel de los contenidos de la IIGD, acompañó, con fe, las oraciones por la sanidad divina. “El nódulo desapareció”, asegura.
ARMENIA
Despertó a la vida
Localizada en los límites entre Europa y el Cáucaso, Armenia atravesó diversas tragedias el último siglo. La primera fue el genocidio promovido por Turquía, que provocó la muerte de más de un millón y medio de personas. Más tarde, la nación atravesó un largo y brutal período bajo el dominio soviético. Recién ahora, los armenios han conseguido vivir en paz. Sin embargo, no todos lo han logrado. Hamex Patverner pensaba en suicidarse: “Ya no quería vivir de esa forma”, admite. No obstante, algo maravilloso sucedió, gracias a la transmisión de los contenidos digitales de la IIGD, que llegan hasta ese país. “Después de que participé en una oración, a través de Facebook, desperté. En verdad, resucité”, conmemora Hamex. “Encontré la paz de espíritu. ¡Jesús es maravilloso!”.