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FIRME EN LA PROMESA
La comerciante Eliane, de São Luís (Maranhão, Brasil), esperó 12 años para que la bendición del Señor se cumpliese en su vida
Carlos Fernandes
Algunas promesas de Dios llevan tiempo hasta ser cumplidas. ¿Qué decir de Abraham, por ejemplo, que recibió del Señor la promesa de que sería padre de una gran nación antes, incluso, de tener un hijo? ¿O de Moisés, que esperó más de 40 años hasta ver a su pueblo liberado de la esclavitud? En la vida de la comerciante Eliane de Fátima Farias Pacheco no fue diferente. La bendición tardó 12 años en llegar, pero vino, y ella da glorias a Dios por todo. Quien ve su comercio en São Luís (Maranhão, Brasil) no imagina los obstáculos que enfrentó. “A veces, sobreviene la incertidumbre, pero, cuando creemos en el Dios de lo imposible, no podemos dudar de lo que Él es capaz”, afirma.
Comerciante de artesanías, rubro en el cual trabaja desde 1996, Eliane empezó a tener dificultades con su puesto en 2010. “La tienda estaba en una galería con otros establecimientos, y el responsable me pidió el espacio de vuelta”, recuerda. Ella, entonces, empezó a buscar otro local, pero no tuvo éxito. “En ese entonces yo ya estaba en la Iglesia, sin embargo, tenía poco entendimiento de la Palabra”. A dos días de la fecha estipulada para entregar el lugar, Eliane no sabía ya qué hacer. “Le pedí a Dios que oyera mi clamor, y me enviase su socorro. Y el Señor me aseguró que estaría conmigo, donde yo colocase la planta de los pies.”
Eliane consiguió alquilar otro espacio, pequeño, de 24m² en la misma zona. Sin embargo, los problemas continuaron. “Los residentes del edificio decían que la tienda era irregular porque ocupaba un área de ocio. Era necesaria una autorización del poder público”. El tiempo pasó y, entre idas y vueltas, el comercio se estableció en ese lugar, pero siempre bajo la amenaza de que la desalojaran. Incluso le enviaron una carta firmada por los vecinos pidiendo que se retirara cuando tiró abajo una pared de la tienda para ampliarla. “Dios siempre me dio el escape. Confiaba en que Él estaba conmigo.”
Guidada por el Pr. Jamil Ribacki, líder de la Iglesia de la Gracia en Maranhão, Eliane hizo un propósito con Dios. “Era el 25 de abril de este año, y el pastor me presentó la oración de Jabes, contada en el Antiguo Testamento. Firme en esa Palabra, me dije a mí misma que el Altísimo ya me había dado la bendición, solo faltaba que yo tomara lo que ya era mío”. La comerciante buscó el representante del local, y las puertas le fueron abiertas. “Me dijo que no tenían interés en perjudicarme, y todo se resolvió”, cuenta.
Eliane comenzó inmediatamente la reforma de su establecimiento. Actualmente, la tienda ocupa un amplio inmueble de 150m², y el negocio prosperó. “Fueron 12 años confiando en que recibiría la victoria”, cuenta ella, feliz. Firme en los propósitos con Jesús, Eliane es presencia constante en las reuniones de fe y un pilar en la obra del Señor en la Iglesia de la Gracia. “Sé que esta bendición viene de Dios. Hizo que lo imposible se volviera posible.”