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“¡JESÚS SANÓ A MI PADRE!”
Tras 20 días en terapia intensiva, Helton Bedana se recuperó gracias al clamor de su familia y hermanos en Cristo
Viviane Castanheira
El Pr. Helton Bedana Sampaio, de 37 años, enfrentó un calvario en julio de 2021, cuando él y su familia tuvieron Covid-19. Su esposa, Gislene Gonçalves Sampaio, de 35 años, se sintió mal un día y la hija de la pareja, Victória Gonçalves Sampaio, de 10 años, no tenía síntomas. Sin embargo, Helton estuvo hospitalizado durante casi un mes en estado grave. Gracias a su fe en Dios y las oraciones de amigos, parientes y hermanos en Cristo, fue restaurada milagrosamente la salud.
Helton tenía síntomas leves, similares a una gripe fuerte, cuando comenzó el tratamiento. Sin embargo, luego tuvo complicaciones y fue llevado al hospital. “Mi esposo amaneció débil, no tenía fuerzas para nada. Las yemas de los dedos y los labios estaban morados, con signos de falta de oxígeno”, recuerda Gislene. La tomografía computarizada encontró que el 50% del pulmón estaba comprometido y lo llevaron a la Unidad de Terapia Intensiva después de hacerle un pedido a su esposa: “Cuando me internaron, pedí una Biblia. Pasé por el valle, pero Dios estaba conmigo”, enfatiza el pastor.
Después de siete días de hospitalización, los médicos decidieron llevarlo a su habitación e intentaron quitarle la medicación. Sin embargo, la maniobra no funcionó y Helton volvió a terapia intensiva. “No acepté que lo intubaran, a pesar de escuchar a los especialistas que sería el último recurso. En mi corazón siempre venía la Palabra de Juan 16:33: En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo. Entonces, mantuve la fe”, enfatiza la esposa, que no dudó en pedir oración a la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios en Taquaritinga, en el interior de São Paulo, que Helton pastorea desde hace siete años.
Gislene y los miembros de la IIGD iniciaron un propósito de intercesión por la salud del pastor. Helton se sintió consolado por el pasaje del Salmo 2:9. “Dios me dijo que aplastaría esa enfermedad, y en ese momento percibí la acción de Dios. La saturación se estabilizó, ya no me sentía tan sin aliento ni cansado”, afirma el líder, que no necesitó ser intubado. Después de 20 días de cuidados intensivos, Helton pudo ir a su habitación definitivamente. “Sentí que me estaba recuperando y que mi cuerpo y mi espíritu se estaban volviendo más fuertes. Sentí que estaba en la recta final para vencerlo todo”, se regocija.
El 11 de agosto de 2021, Helton fue dado de alta del hospital. “Fue un momento de felicidad y agradecimiento. Vencimos esta enfermedad”, concluye Gislene. El predicador fue sanado y no tuvo secuelas. La pequeña Victoria también reconoce la acción divina sobre el Pr. Helton: “¡Jesús sanó a mi padre!”, celebra.