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EL CIELO NO ESTÁ EN CRISIS
Kelson Gadelha rentó su propiedad comercial durante la pandemia del covid-19
Viviane Castanheira
El ex empresario Kelson Gadelha, de 43 años, logró una hazaña notable en el apogeo de la crisis de salud mundial en 2020. En ese momento, nadie invertía en renta o compra inmuebles, especialmente comerciales. ¿Y si, además de rentar, el local también necesitara una reforma? ¿Imposible? No para Dios.
La necesidad de aislamiento social, para contener el avance del nuevo coronavirus, desestabilizó la economía brasileña, retrasando inversiones y proyectos personales y empresariales. A pesar de ser consciente del panorama financiero nacional, Kelson estaba decidido a arrendar su propiedad. El ex empresario llevaba un año intentando concretar esta transacción, cuando decidió cerrar su cristalería. Cerró el negocio para dedicarse a la obra de Dios junto a su esposa, Pra. Rose Morais, al frente de la Iglesia Internacional de la Gracia de Deus. “Nadie rentaba el punto comercial por desgaste. El lugar necesitaba una reforma importante, pero no tenía los recursos necesarios”.
Confiados, la pareja clamó al Señor y fueron respondidos: “En el punto álgido de la pandemia, apareció un inquilino que no solo firmó un contrato de arrendamiento por tres años, sino que también reformó la propiedad”, dice Kelson. “Era un sueño nuestro hacer la reforma, pero no teníamos las condiciones para ello. Dios envió ayuda”, enfatiza la Pra. Rose. “Fue un milagro, ya que todos los negocios cerraron en ese momento. El mío, además de estar ocupado, fue completamente reformado, con recursos del inquilino. Estamos satisfechos. Nuestro Dios es maravilloso”, celebra Kelson.