Bélgica, cuya capital es Bruselas, es una nación pequeña y próspera ubicada en Europa Occidental. Este territorio devastado por la guerra alberga dos comunidades diferentes: la flamenca (al norte), que tiene el holandés como idioma oficial, y la valona (al sur), que usa el francés.
La Constitución belga garantiza la libertad de creencias y reconoce formalmente el catolicismo, el protestantismo, el judaísmo, el islam, el anglicanismo y los ortodoxos griegos y rusos. Los principios religiosos se enseñan en la escuela. Por lo general, los niños reciben instrucción basada en la fe que profesan sus familias, y la mitad de los estudiantes eligen el Islam, la segunda religión más grande del país.
El Evangelio debe seguir propagándose en Bélgica. ¡Vamos a conquistar a este pueblo para Jesús!