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Emprendedor
LA BENDICIÓN DE LA SANIDAD
Después de muchos años de sufrir pobreza y trastornos psiquiátricos, Jeorgeane celebra la prosperidad y la salud mental que recibió del Señor
Nacida y criada en los arroyos de la región norte de Brasil, Jeorgeane Gomes Marinho no tenía idea de quién era Jesús. Lo más que conocía eran las representaciones del rostro de Cristo pintado en los cuadros colgados en la pared de las casas de la comunidad ribereña donde vivía con sus padres, sin embargo esas imágenes no pudieron hacer nada por ella. “No teníamos nada”, recuerda la que, hoy, es comerciante, refiriéndose al comienzo de su vida.
La situación de pobreza se vio agravada por problemas de salud. Víctima de trastornos mentales y trastorno bipolar, Jeorgeane ha enfrentado sucesivas crisis desde su juventud. «Fui internada en un centro psiquiátrico en 1997». A los 16 años se fue a vivir a otra ciudad en busca de oportunidades de estudio y trabajo. Se casó y tuvo una hija y la vida continuó. Pero, el problema psiquiátrico persistió. «Nunca volví a la normalidad», admite.
Cuando su papá se enfermó, Jeorgeane lo llevó a la capital para cuidarlo. En ese momento, su mamá conoció la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD). «Ella comenzó a llevarme a los servicios», dice. Aun así, enfrentó pruebas, como la muerte de su padre en 2009 y la de su mamá, cuatro años después. En ese momento, la hija ya sabía que hay Alguien cuya mano se puede tomar en el momento de la angustia: “El Señor me dio la fuerza para soportar todo eso”.
Jeorgeane informa que, durante más de cinco años, no ha tenido ninguna crisis mental. Al mismo tiempo, su vida ha prosperado, a costa de mucho trabajo. “Somos los dueños de una panadería, un mercado y una carnicería”, enumera. La vida espiritual también es una prioridad para ella. Jeorgeane asiste al templo de la IIGD y valora mucho la oración y la lectura bíblica, prácticas que se observan a diario. “Dios me ha prosperado”, dice con gratitud. «Pero la mayor bendición es la sanidad».