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TRANSFORMACIÓN COMPLETA
Fabio Alexandre testifica la liberación y restauración de la familia después de entregar su vida a Jesús
Viviane Castanheira
El pastor Fabio Alexandre da Silva, de 47 años, se enorgullece de decir que está dedicado al Reino de los Cielos en la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD) en Punaú, Rio do Fogo (RN). Pero, hace unos años, su realidad era otra: era un adicto a las drogas hasta que conoció a Jesús. “Fueron 12 años así. Todos los fines de semana abandonaba a mi esposa y a mis dos hijos para ir de juergas”, lamenta.
Muchas veces, sintiéndose desgastada, la esposa, Luzia de Medeiros Silva, 45, deseó desistir del matrimonio. “Se comportaba como un adolescente y me dejaba sola. No teníamos más recursos financieros para nada”, recuerda la mamá de Heloyse Meirelles Medeiros, 23 años, y Kelvin Medeiros Silva, 16 años.
Fábio creía que tenía el control de la situación, incluidas las finanzas. “Tomaba dinero de prestamistas y luego no podía pagarles. Entonces, le pedía un préstamo a otro, para saldar la deuda con el primero”, recuerda la cabeza de la familia. En este punto, su hija perdió la alegría de estar en compañía de su padre. “No tenía ganas de salir con él; prefería quedarme en casa, porque tenía miedo de que me avergonzara”, dice Heloyse.
Todo empeoró cuando la esposa descubrió la infidelidad de su marido y decidió echarlo de su casa. La traición causó dolor e incertidumbre en Luzia. Sin embargo, Dios tenía un plan de rescate para ellos. En el colmo de su sufrimiento, sola en casa, como tantas otras noches, Luzia se topó con un programa de televisión que le llamó la atención. En la ocasión, la Prof. Vanderlei Duarte, líder estatal del IIGD en Sergipe, habló sobre el poder liberador de Jesús. “No sabía qué más hacer, pero esas palabras me cambiaron”, dice. “El pastor habló claro: ‘¡No renuncies a tu matrimonio, porque ese hombre es el plan de Dios para tu vida!’. Se sentía como si él supiera por lo que estaba pasando. “En ese momento, abrí mi corazón y acepté a Cristo”.
Nueva vida
La decisión de Luzia cambió la historia de su familia. En la iglesia, escuchó la Palabra y eso la hizo cambiar de opinión. Después de vivir esta experiencia, la esposa clamó por la liberación de su esposo y la restauración de su matrimonio. “Ella oró por mí y Dios actuó”, dice Fábio, que comenzó a sentirse incómodo. “Ya no podía beber ni tomar drogas. No soportaba el olor de la marihuana, ni tampoco ser infiel”. Lo invitó a ir a la iglesia, donde Fábio aceptó a Cristo como su Salvador. “Me quedé a los pies de Dios”, se emociona el pastor, quien hace 11 años abrazó la fe en Jesús.
Heloyse reconoce que la actitud de su madre fue fundamental para la reconstrucción de la familia. “Jesús la usó para alcanzarnos a todos nosotros. Hoy mi casa y yo servimos al Señor”, concluye la joven, quien está casada y proyecta que su hogar quede bajo la unción divina.
Luego de la reconciliación, la pareja decidió patrocinar el Show da Fé, y ocurrió el milagro. “Mi esposo logró pagar todo lo que le debía a los prestamistas. Ahora nuestra vida financiera está restaurada”, se regocija Luzia, quien renovó su casa y compró un nuevo vehículo. “Primero lo patrociné en nombre de mi familia y luego en nombre de mi trabajo. También fui ascendido de vendedor a gerente de tienda. Mi salario se ha duplicado. Se acabó el sacrificio en el que vivíamos, gracias a nuestra obediencia a Dios”, destaca el pastor, quien dejó su trabajo para dedicarse a la obra del Señor.