El Señor la liberó del mal
“Ahora sé que soy muy querida”
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EL CAMBIO DE DIRECCIÓN
Después de pasar un tiempo alejado del Señor, Alberjan celebra la restauración en su vida
Carlos Fernandes
Alejarse de los caminos del Señor causa daño en todas las áreas de la vida. Después de todo, la persona que seguía a Cristo pero dio marcha atrás es comparable, en las Escrituras, con quien puso sus manos en el arado, pero miró hacia atrás (Lucas 9:62). En el caso del ingeniero eléctrico Alberjan de Jesus Jean Pinto, de 45 años, la caída en su trayectoria junto a Salvador también tuvo consecuencias económicas y profesionales. Aunque el título de maestro en Ingeniería de Materiales y un buen currículum le permitió acceder a buenos puestos de trabajo, Alberjan vivió momentos difíciles lejos de Dios. Restaurado espiritual y materialmente, le gusta recordar el pasado como testimonio de que Cristo es el Camino.
Alberjan, habitante de Benjamin Constant (un município brasileño del interior del estado do Amazonas, Brasil) entregó su vida a Cristo a través del mensaje predicado en el Show da Fe, Él frecuentaba el templo de la sede de la IIGD en Manaos. “Fui ascendido a colaborador en 2008, pero dejé el puesto dos años después. Al principio, tuve una buena vida. Sin embargo, con el pasar de los años, comenzó la decadencia financiera”. El proceso culminó cuando Alberjan fue despedido en el 2017. “A pesar de mis conocimientos y experiencia, me quedé sin trabajo”, lamenta el ingeniero.
En la peor fase, necesitaba la ayuda de su suegro para poder mantenerse a sí mismo, a su esposa y a sus tres hijas. Con la autoestima destrozada, Alberjan hizo como el hijo pródigo, volvió a la casa de Dios. “Una noche hice un voto a Dios: si conseguía un nuevo trabajo, nunca más dejaría al Señor”. Al poco tiempo fue llamado para una entrevista de trabajo, y sucedió lo sobrenatural: “El reclutador, también cristiano, dijo que algo lo motivó a darme el trabajo”, afirma.
Una vez contratado, comenzó a ganar la mitad del salario que recibía en su puesto anterior, pero no se desanimó. “Me dediqué y me desempeñé con excelencia, como el profeta Daniel [Daniel 5:12]”. Al igual que el personaje bíblico José, Alberjan es una bendición dondequiera que pasa. La empresa, que contaba con cinco personas cuando se incorporó el ingeniero, ha crecido mucho y actualmente cuenta con 150 empleados y está buscando nuevos colaboradores. Y lo mejor: Alberjan coordina un programa del gobierno de su estado dirigido al desarrollo de la Amazonía, para la modernización de la industria. “Esta iniciativa me facilitó un viaje a Alemania, a través del cual llevamos a 29 directores y agentes de transformación digital para conocer la cultura industrial 4.0”, agrega.
Agraciado por el Señor, lo que quiere Alberjan es servirle fielmente. Hace cinco años es parte del ministerio de adoración. “La fe es una semilla que trato de regar. Busco alimento espiritual en la iglesia tres veces por semana y hago devocionales diarios”, describe. Además, otro proyecto al que se dedica Alberjan es una cuenta de Instagram, donde publica mensajes inspiradores. “Dios ha honrado mi vocación, porque antes que líder soy siervo”, afirma.