¡Únase a nosotros!
Alcanzado por el amor
COMPATILHE
“¡DIOS SANÓ A MI BEBÉ!”
Al pequeño Benjamin le diagnosticaron displasia de cadera, pero fue sanado gracias a la fe que ejercieron sus padres
Viviane Castanheira
Fabiane Ramson Behling, de 35 años, y Leonel José Behling, de 38, fueron probados en la fe cuando nació su segundo hijo. Casados hace siete años, los colaboradores de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios en San Lourenço do Sul (Río Grande do Sul, Brasil) recuerdan que la gestación fue tranquila hasta 40 días antes del parto, cuando Fabiane desarrolló presión alta y descubrió que el bebé no estaba en la posición cefálica.
Ante ese cuadro, los médicos recomendaron una cesárea. Así, el 18 de junio de 2022, nació el pequeño Benjamin Ramson Behling. Tras el parto, el pediatra pidió una radiografía de la pelvis del niño. Se trata de un procedimiento de rutina para bebés que nacen en la posición contraria a la habitual. “El examen señaló una disminución de la densidad ósea del lado izquierdo de la cadera”, explica Fabiane. Benjamin tenía displasia de cadera –una malformación por la que la cabeza del fémur no encaja correctamente en la articulación de la cadera.
El diagnóstico preocupó a los padres y los llevó a buscar la ayuda de un especialista. “El traumatólogo pidió que repitiésemos la radiografía e hiciésemos también una ultrasonografía para confirmar el resultado”, relata Fabiane. Decidieron ir a la Iglesia, pues confiaban que solamente Jesús podría solucionar el problema. Durante la reunión de fe de domingo, el líder espiritual fue usado por Dios para clamar por el niño. “El pastor fue específico en su oración, ya que pidió por la sanidad de la cadera. Oramos, y yo hice mía la promesa. Determiné que mi hijo ya no tendría ninguna anormalidad en la cadera”, resalta Fabiane, que se sintió renovada en aquel momento.
Nuevos exámenes se realizaron, pero el resultado no fue el esperado. La ultrasonografía mostró una diferencia acentuada en las extremidades de la cadera. “El lado izquierdo estaba a 51 grados, y el derecho, a 55. Ambos deberían estar, por lo menos, a 60 grados. Una pierna era más corta que la otra”, explica la mamá. A pesar de estar preocupados, ambos padres mantuvieron la confianza. “¡El Señor ya nos había dado la victoria! Cuando llevamos al médico los resultados, a él también le pareció extraño y pidió que aguardásemos un mes más, y que entonces fuésemos a Pelotas, una ciudad cercana con más recursos, para rehacer la ultrasonografía con un especialista.”
A lo largo de ese mes de espera, la pareja clamó para que la Iglesia orara. “Nuestro corazón estaba en paz. En todo momento, afirmaba que mi bebé había nacido perfecto.” Entonces, el resultado de la segunda ultrasonografía llenó a la familia de alegría. “¡Dios sanó a mi bebé! ¡Los parámetros estaban dentro de lo normal, ya no presentaban más diferencias! Mi hijo es saludable, para honor y gloria de nuestro Señor Jesucristo”, se emociona Fabiane. Además de Benjamin, la pareja tiene una niña de tres años, Emanuelly Ramson Behling.