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COMPATILHE
PASO A PASO CON CRISTO
Camila atribuye a Dios su mejoría de la esclerosis múltiple
Carlos Fernandes
La esclerosis múltiple es una enfermedad sistémica y progresiva que afecta el sistema nervioso y puede tener serias consecuencias, como la incapacidad física y respiratoria, daños neurológicos, problemas del habla y comorbilidades recurrentes. Por eso, recibir este diagnóstico suele ser devastador para el paciente y su familia. Para la arquitecta y urbanista Camila Azevedo Fernandes de Figueiredo no fue diferente. “Me diagnosticaron esclerosis múltiple en 2021. Fue un choque. Toda mi vida cambió”, recuerda.
Al principio, creía que los síntomas se debían al estrés, sobre todo porque la pandemia de covid-19 continuaba cobrándose muchas víctimas. La infección que contrajo por el nuevo coronavirus y una declinación acentuada en su condición física fueron las señales de alerta. Y al final, exámenes confirmaron la presencia de la enfermedad. Así, comenzó a repartir su rutina entre el trabajo, las atenciones hacia su hijo Levi, de 11 años, y los acompañamientos médico, fisioterapéutico y nutricional. A pesar de todo, el cuadro fue evolucionando y la jubilaron por invalidez, con tan solo 43 años. “Una de las cosas que más me molestaban eran las dificultades para escribir”, lamenta.
Frente a un escenario pesimista como este, muchas personas se desmoronan, ya que solo los síntomas y cuadros asociados son tratados, y la Medicina no puede ofrecer una posibilidad real de sanidad. Sin embargo, desde su infancia, Camila conoce una fe poderosa. “Soy nieta de un pastor pentecostal. Crecí oyendo la Palabra y, a los 17 años, entregué mi vida a Jesús”, detalla. Además, en el templo sede de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios, encontró la fuerza y el refrigerio para seguir adelante. “El Señor ha hecho algo tremendo. He sido acogida y tratada por mis hermanos.”
Recientemente, el Dr. Soares estuvo en ese templo, y Camila recibió una oración especial y el estímulo para seguir adelante con sus tratamientos. Desde entonces ha percibido una mejora en los miembros inferiores y en su resistencia, pero sabe que aún queda un camino por recorrer. “Creo que me voy a recuperar completamente. No es un diagnóstico que determina quién soy, ni lo que me va a acontecer.”