Misiones Mundiales – India
Pablito – ¡No tengas miedo!
Espacio para la fe
Al igual que los profesionales de la salud, que están en la delantera contra el covid-19, las mujeres de Dios se enfrentan a una batalla en este momento. Además de los casos de contaminación, hay dramas inconmensurables causados por el virus. «Este es el caso del aumento considerable de depresión, ansiedad y trastornos psicológicos», dice Pra. Marília Gabriela Ramires Trovato, de la IIGD en Mato Grosso do Sul. «Hemos recibido numerosas solicitudes de oración por enfermedades emocionales, como el trastorno de pánico». Ella informa que las mujeres solían buscar apoyo en áreas como relaciones matrimoniales, economía doméstica y su propia salud, o de los miembros de la familia, pero esto ha cambiado con el escenario actual. «La gente ha temido ante tantas cosas malas que han sucedido», dice. En su opinión, las mujeres están bajo una presión aún mayor, ya que generalmente cuidan sus hogares y crían a sus hijos.
Sin embargo, en situaciones de tormenta, el Evangelio gana más espacio. Según la pastora, la demanda de asistencia espiritual ha crecido mucho: «Las personas están más abierta a Jesús y aceptan mejor el Evangelio». En Mato Grosso do Sul, el trabajo del MQV, que tiene a Marília como una de sus líderes, ya alcanzaba el estado de manera presencial. «El año pasado, visitamos todos los barrios de la capital, Campo Grande, llevando la Palabra de Dios», dice. La idea era expandir este servicio en 2020, pero la cuarentena cambió todo. Como en todo el país, MQV en Mato Grosso do Sul está invirtiendo en redes sociales para alcanzar vidas.
«Realizamos un amplio trabajo a través de WhatsApp, Instagram y Facebook», cuenta Marília. Se envían mensajes diarios y semanales, de acuerdo al momento, y nuestras hermanas tienen la oportunidad de pedir oración e informar las victorias que recibieron. «Hemos orado para que este avivamiento se mantenga después de la pandemia», revela. “En este momento, la Iglesia necesita hacer su parte. Peor que el virus es el miedo que se está extendiendo”. Ella cree que la Iglesia surgirá más fuerte de esta adversidad. «Nosotras, mujeres de oración, estamos determinando un gran avivamiento espiritual».