Doble honor
Fe en acción
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LIBERTAD A PESAR DE LAS REJAS
La IIGD lleva la Palabra a unidades socioeducativas y cárceles brasileñas
Viviane Castanheira
Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;
aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana (Isaías 1:18b). Inspirados en versos como este, pastores y decenas de voluntarios de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios llevan el Evangelio a hombres, mujeres, adolescentes y niños con trayectorias diferentes, pero con el mismo destino: la privación de libertad por la práctica de algún delito.
La tarea es desafiante, sin embargo, estos siervos de Dios hacen todo lo posible para demostrar amor a sus prójimos. Valdenir Azevedo Barros Filho, pastor asistente de la sede de la IIGD en Belém (PA), es uno de ellos. Desde 2017, él lidera un equipo que abraza espiritualmente a decenas de desconocidos en dos centros juveniles para hombres. “Por lo general, pasamos un viernes por la tarde llevando la Palabra de Dios, cantando alabanzas y brindando servicios rápidos”, dice Valdenir, responsable de la evangelización de adolescentes y niños en conflicto con la ley, en la capital de Pará, y líder juvenil en la Iglesia de la Gracia. La iniciativa ha dado sus frutos: “Algunos jóvenes se reinsertan plenamente en la sociedad y se mantienen firmes en la vida cristiana”, revela el pastor, honrado por llevar a cabo esta propuesta. “Es genial ser parte de la resocialización de esta gente. Verlos transformados y con ganas de vivir y vencer es indescriptible”, celebra.
La gratitud es el sentimiento de la abogada penalista Marcelle Luzia de Moraes Sitic, de 43 años. Desde 2018, hace parte de la evangelización coordinada por el pastor Elder Cavalcante, líder de la sede estatal de la IIGD en Natal (RN). El proyecto de visitas tuvo que ser interrumpido debido a la pandemia de covid-19, pero se espera que regrese en enero de 2022.
Marcelle comparte la Palabra y ayuda a los internos de manera más amplia: “Además de hablar de Jesús y cantar alabanzas, escucho las cuestiones de sus procesos y puedo orientarlos”, dice la abogada, que presenció a mujeres entregando sus vidas a Jesús. Ella trabaja en equipo junto al Complejo Penitenciario Femenino Dr. João Chaves, en la zona norte de Natal.
Las historias de conversión también suceden en las unidades del Estado de Natal. La evangelización se lleva a cabo en dos cárceles estatales de máxima seguridad: Rogério Coutinho Madruga y Alcaçuz. Esta última protagonizó un triste episodio de repercusión internacional, en enero de 2017: una batalla campal entre dos facciones rivales, que resultó en la muerte de 27 prisioneros. Tales peligros no asustan al colaborador penitenciario y capellán Marcelo Deodato da Silva. Dirige un equipo de seis voluntarios frecuentes y otros que ayudan esporádicamente. El trabajo en las cárceles de hombres se suspendió de manera similar con el inicio de la pandemia. Las visitas se realizaban tres veces por semana. Se podían realizar bautismos y administrar la Sagrada Santa Cena, lo que ocurría una vez al mes. “Ya hemos realizado más de 200 bautismos en estos cuatro años de trabajo. La misión se realiza con el temor del Señor, cumpliendo el Id de Jesús”, garantiza el capellán, testigo de conmovedores relatos de liberación. “Había un detenido que estaba muy triste porque no tenía contacto con su familia. Profetizamos que recibiría una bendición y tendría buenas noticias en unos días. Esa misma semana, la hija lo buscó. Después de eso, el pasó a ser el primero en llegar a las reuniones, se estabilizó en la fe y se bautizó”, celebra el capellán, quien recibió a la hija del interno en la Iglesia: “Cuando fue al templo a buscar el certificado de bautismo de su padre, nos contó cómo Dios estaba actuando en su vida y promoviendo el acercamiento con su familia”.
Propósito divino
Izaack Jadson Araújo da Trindade, de 35 anos, é fruto da ação missionária na Penitenciária de Izaack Jadson Araújo da Trindade, de 35 años, es el resultado de una acción misionera en la Penitenciaría de Alcaçuz. En libertad hace tres años, fue alcanzado por el amor divino y bautizado cuando estaba preso. Actualmente, Izaack se congrega en la sede de la IIGD en Natal con su esposa, dos hijos y su hijastra. “Doy gracias a Dios por las bendiciones. Pasé por situaciones de guerra en la prisión, pero el Señor me liberó. Aunque hice cosas que le desagradaron, Él permaneció fiel, enderezando mis caminos. Hoy, formo parte del equipo que lleva el Evangelio a la prisión”, dice Izaack. Él revela sus expectativas sobre el regreso a las visitas: “Espero poder regresar pronto a la prisión para hablar de Jesús y mostrar a los que están luchando que vencí y que seguiré venciendo según su voluntad. El propósito de Dios en mi vida es maravilloso. Pido fuerzas para seguir en este camino, sin olvidar nunca de donde Cristo me sacó”.
La Iglesia de la Gracia también da la bienvenida a los familiares y amigos de los presos. A menudo hacen viajes largos para visitar a sus seres queridos. Con miras a apoyarlos, la sede de la IIGD en São Paulo mantiene una propuesta evangelizadora dirigida a los visitantes, en el área externa de las cárceles Carandiru Femenino, Franscisco Morato Femenino y Masculino y el Centro Provisional de Detención Franco da Rocha. La líder de la obra, Rosângela Célia Basile, explica que el grupo lleva folletos, revistas, periódicos y los distribuye en las colas de entrada de las instituciones penitenciarias. “Damos una Palabra y oramos por ellos. Es reconfortante para los miembros de la familia y hemos visto resultados positivos. El consuelo del Señor toca los corazones y la esperanza vuelve a alcanzarlos”, explica Rosângela, que tiene placer de hablar de Jesús. “Es gratificante evangelizar”, enfatiza. Desde hace 14 años trabaja en proyectos de este tipo en la sede de São Paulo. El grupo realiza acciones en plazas, con gente que vive en la calle, en los fumaderos y en hospitales.