Doble honor
Fe en acción
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TEATRO AL SERVICIO DEL REINO
La IIGD invierte en estrategias especiales de evangelización
Viviane Castanheira
Con el propósito de hablar del amor del Padre a través de la dramaturgia, el teatro cristiano se ha convertido en un gran aliado en la propagación de la Palabra. La manifestación artística es parte de la liturgia de los servicios de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD), evangelizando, edificando y entreteniendo a las personas.
El empresario Diego Vinicius Martins da Silva, de 26 años, ha estado utilizando esta herramienta durante casi una década. Es el líder del Teatro Gracia, que existe desde hace más de diez años. “Después de tener un encuentro con Dios, sentí ganas de contribuir a la predicación del Evangelio”, explica Diego. Dirige el equipo con su hermana, Débora Raquel Martins da Silva: “Vimos en el teatro una oportunidad de servir más al Señor”, dice Diego.
Según él, para liderar a este ministerio es necesaria la sumisión a Cristo, con el objetivo de alcanzar vidas. Diego es un apasionado de lo que hace. “Es como si la Palabra se materializara ante nuestros ojos. El mensaje es claro y audible, y llega a las almas que quizás nunca hayan accedido a las Escrituras. En cada pieza, la Palabra gana movimiento, en imagen y sonido, y es maravilloso ver al Espíritu Santo transformar historias con su poder”, se conmueve.
Para el pastor Lucas Andrade Novaes, el ministerio de teatro es un instrumento de edificación, exhortación y entrega a Dios. “El espectador puede identificarse con los personajes y ver lo que no está claro en su propia vida”, explica. El pastor cree que las artes escénicas son revolucionarias: “Una actuación puede llevar a un cambio inspirado en Jesús”, enfatiza Lucas.
En la sede de la IIGD en São Paulo, el ministerio de artes Ciamor, creado hace 12 años, combina teatro y danza. “El Espíritu Santo nos inspira a llevar el mensaje necesario. Así nos consagramos y pedimos a Dios la Palabra que debemos escenificar”, dice Danilo Fernandes, de 28 años, responsable del trabajo. Recientemente, asumió la dirección del grupo de la sede de São Paulo, pero su historia con el teatro es antigua. Inició el ministerio en 2009, en la IIGD en São Bernardo do Campo, con el grupo Gaditas.
Para incorporarse a Ciamaor no es necesario ser un profesional, pero hay un incentivo para la especialización. “Ser actor de Cristo es saber que tenemos una escala, y hay que equilibrarla entre la técnica y lo espiritual. No buscamos aplausos, sino impactar almas”, dice. Danilo compara el teatro con la alabanza, subrayando la seriedad con la que ambos deben llevarse: “Sin la técnica no podemos alcanzar la calidad de la obra, y sin lo espiritual, es emoción superficial. Sería como una guitarra desafinada, que entorpece al cantante y compromete la unción. Sin embargo, cuando los dos aspectos están equilibrados, podemos llevar a las almas a aceptar a Jesús. ¡Esto hace que todo valga la pena!”, resalta.
Quien también utiliza el teatro como herramienta de evangelización es la sede de la IIGD en Brasilia (DF). La líder del ministerio Raboni, Fernanda Sampaio, de 22 años, anima a los miembros del equipo a encontrar un papel que se adapte a sus talentos. “El Señor nos ha dado dones y habilidades, y cada persona es diferente, formando un cuerpo. Si a un joven le resulta más fácil hablar, actuar y memorizar textos, tendrá un personaje con estos adjetivos; ahora, si es más tímido, puede ayudar con la presentación entre bastidores. El papel de todos es fundamental”, explica Fernanda, a quien siempre le ha gustado actuar. “Estudié en una escuela de artes y representé obras de teatro antes de conocer a Jesús”, dice. En el ministerio, Fernanda vio la oportunidad de seguir actuando, “expresando el amor y la gracia de Dios a través del arte”, explica.
Para Fernanda, participar en el grupo es edificante. “Estar en el altar, actuar y ver a las personas impactadas por el mensaje predicado en las escenas, es el mejor lugar del mundo. No se trata de nosotros, se trata de la gloria de Dios. Somos solo instrumentos. Desde el inicio de cada proyecto, hacemos un propósito de oración para que Dios sea el Centro, de principio a fin”, concluye.