Test – Enero – 2022
Cinturón negro en la fe
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VERDADERO ENCUENTRO
Durante mucho tiempo, la manicurista Lúcia Ferreira da Silva Correa, de 55 años, asistía a la Iglesia Internacional Gracia de Dios, sin tener una experiencia real con el Señor. “Mi suegro ayudó a fundar la Iglesia, así que yo solía ir allí de vez en cuando, casi como una obligación familiar”, dice Lúcia. Poco a poco, dejó de asistir al lugar. Un año después, Lucía decidió que era hora de volver. “Algo me faltaba, porque veía cuánto necesitaba a Jesús. Todo lo que predicaba el pastor me hablaba”, dice la manicurista. Emocionada por la Palabra, decidió aceptar a Cristo y ser bautizada en agua. “Sentí un alivio inexplicable. Voy a todos los servicios y ya no dejo al Señor”, asegura Lúcia.