Test – Enero – 2022
Cinturón negro en la fe
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DEPORTE EN LA GRACIA
La IIGD utiliza actividades deportivas como estrategia de evangelización
Viviane Castanheira
Fútbol, voleibol, ejercicio aeróbico. Estos deportes pueden ser importantes tácticas de integración y evangelización. Además de beneficiar el cuerpo y la mente, el deporte puede servir para acercar a los no creyentes a la Palabra. Conscientes del poder de esta estrategia, varios pastores y líderes de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios (IIGD) en Brasil han promovido reuniones semanales para atraer personas a Cristo.
Este es el caso de la Primera Copa Gracia de Fútbol de Society, organizada por iglesias de la región de Santos, en el litoral paulista. El torneo se llevó a cabo del 18 de septiembre al 27 de noviembre de 2021 y reunió a 21 equipos, en representación de las unidades de la Iglesia de la Gracia. En total, 300 jugadores participaron en el campeonato, entre colaboradores, pastores, miembros e invitados. “El torneo atrajo a mucha gente. Las iglesias han estado ocupadas con jóvenes que ya no venían a la casa de Dios y, después del campeonato, regresaron. Son relatos interesantes de personas que regresan a Jesús y nuevos convertidos”, dice el pastor Nilton César, líder en la IIGD. El objetivo es utilizar el fútbol para llevar la Palabra a más personas. El campeonato ha terminado, pero el propósito permanece. Por lo tanto, las congregaciones de la IIGD de la región realizan partidos de fútbol semanales entre miembros y visitantes. “Muchos hermanos invitan a sus amigos a jugar, y aquí escuchan la Palabra y participan de momentos de alabanza y oración. El fútbol es solo un instrumento; el objetivo es llevar a las personas al Reino de los Cielos”, enfatiza el pastor.
El pastor Wellington Pereira, de la IIGD, también apuesta por el fútbol como estrategia evangelizadora. Durante tres años, los jóvenes del templo que él dirige se han reunido una vez por semana para jugar y hablar de Jesús. “Les pido que lleven a una persona que esté lejos del Señor, o que no lo conozca, para que podamos predicar allí la salvación. Oramos, anunciamos la Palabra y cantamos alabanzas, mostrando la diferencia en el comportamiento de los salvados”, explica el pastor. Miembros de la Iglesia dirigida por él también participaron en la Copa de la Gracia.
Uno de los frutos de este trabajo es Almir Messias Santos Alves, de 19 años. Alejado del Evangelio, empezó a jugar con el grupo del pastor Wellington y, hoy, es colaborador. “Como tenía dificultad de relacionarme, terminé enfriándome espiritualmente. Los jóvenes me invitaron al evento y lo disfruté mucho. Empecé a relacionarme y a conocerlos mejor. Comencé a frecuentar las reuniones de los jóvenes. Después, iba durante la semana también y, a través de este proyecto, regresé a la casa del Padre. Hoy, soy un colaborador y ya no me voy de aquí”, asegura Almir.
Diversión y fe
No solo en la costa de São Paulo, el deporte se utiliza como herramienta de evangelización. En la sede de la IIGD en Rondonópolis (MT), dos proyectos han generado comunión entre hermanos y visitantes. Uno de ellos está dirigido por el ministerio Jóvenes Que Vencen. “Realizamos encuentros en canchas deportivas, promoviendo la diversión e invitando a personas que aún no conocen a Jesús o que están alejadas del Evangelio”, explica Paulo Afonso de Oliveira Júnior, 24 años, líder juvenil y trabajador del templo en Rondonópolis. Según Paulo, tienen un equipo que está listo para acercarse a los invitados, hacer amigos y hablar del Señor. “Antes de que comiencen los juegos, oramos, presentamos al grupo, hablamos del amor de Jesús y los invitamos a participar en uno de nuestros encuentros”, dice el colaborador, quien también promueve, en algunos días festivos, encuentros de voleibol de arena en las plazas locales.
El otro proyecto de la IIGD en Rondonópolis es liderado por el ministerio Mujeres Que Vencen. El grupo Mujeres Saludables con Cristo es liderado por la contadora Suely Guerra, de 45 años, quien a través de las actividades deportivas estimula la salud física, mental y espiritual de las participantes. “Me di cuenta de la necesidad que tenemos las mujeres de cuidarnos, y eso despertó el interés de unir la evangelización con el ejercicio físico, porque necesitamos cuidar nuestro cuerpo, que es templo del Espíritu Santo. Nos reunimos para practicar ejercicios e invitamos a otras mujeres a unirse”, dice Suely, líder de MQV. “Antes de comenzar traemos una palabra, oramos y, con muchas alabanzas, llevamos a las mujeres a experimentar el gozo del Señor”, concluye Suely. Cuenta con la ayuda de dos preparadores físicos profesionales y dos enfermeras.