Acción divina
Una vacante para el porvenir
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AMOR POR EL NORDESTE BRASILEÑO MÁS CONOCIDO COMO SERTÓN
IIGD divulga el mensaje de salvación y esperanza en comunidades del sertón brasileño
Viviane Castanheira
Hambre, miseria, sequía y mortalidad infantil. El sertón del nordeste de Brasil suele ser descripto de esta manera en los noticieros, una situación que es consecuencia de las dificultades climáticas y sociales enfrentadas por esa población. De acuerdo con el relevamiento del Instituto Movilidad y Desarrollo Social (IMDS), más de 22 millones de personas viven en situación de pobreza extrema en el Nordeste de dicho país, lo que representa casi el 40% de los habitantes de la región.
Este escenario evidencia la urgencia de que el Evangelio sea predicado. Según una investigación divulgada por el Instituto Datafolha en 2020, tan solo el 27% de los nordestinos profesan la fe en Jesús. Aunque es pequeño, este número tiende a crecer, principalmente gracias al ministerio de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios, que invierte en la propagación de las Buenas Nuevas en esa región.
La IIGD en Arapiraca (del estado de Alagoas) es uno de esos polos misioneros. El Pr. Edemarques Teixeira Lima revela que el templo está instalado en la región con tal propósito: “Esta ciudad es considerada la capital del agreste de Alagoas y la puerta de entrada al sertón. La localización es estratégica.” El trabajo nació del deseo de anunciar el Evangelio a un pueblo culturalmente religioso. “Las personas que habitan en el sertón tienen una fe genuina y fuerte, pero orientada hacia un camino distinto al que el Evangelio de Cristo nos enseña. Esa es una de las barreras más difíciles de romper”, cuenta el predicador, que decidió “salir de las cuatro paredes del templo” para predicar el mensaje de salvación. “Llevé el culto hasta las personas y comencé a impartir la Palabra en las iglesias de la ciudad, en algunos municipios vecinos y en las casas del pueblo, cada 15 días.” Una vez que se encontró más cerca de la población, Edemarques vio la necesidad de crear un plan para atenderla mejor. De esa forma, surgieron grupos que divulgan el Evangelio y realizan actividades sociales con distribución de donativos.
Las acciones evangelísticas han rendido frutos. Actualmente, el 45% de los miembros de la IIGD provienen del sertón: “Nuestro trabajo envuelve amor, paciencia y perseverancia. Cuando logramos enseñarle a alguien a usar la fe en la dirección correcta, sentimos mucha alegría”, evalúa Edemarques.
Cambio de vida
La agricultora Rita Soares de Farias, de 40 años, reconoció a Jesús como su Salvador, por medio del proyecto, en 2005. “Vivía perturbada, endeudada, tomaba medicinas controladas para dormir y tenía síndrome del pánico. Hoy, estoy liberada”, revela. Desde entonces, Rita interviene para que el pueblo Craíbas dos Ferros (también del estado de Alagoas), conozca el poder de Dios. Semanalmente, organiza una caravana, con el designio de llevar las personas a la Iglesia. “Soy grata por este ministerio”, declara. La agricultora destaca el comprometimiento de Edermarques, que arca con los costos de trasladar a la gente del pueblo hasta el templo. “Aquí no hay transporte los fines de semana, y mucha gente necesita de ayuda para ir al culto. El pastor es una bendición; sola yo no podría lograrlo”, afirma ella.
Rompiendo paradigmas
La IIGD en Delmiro Gouveia (Alagoas), liderada por el pastor Wellington Gomes Da Silva, también toma partido en la evangelización de la gente del sertón. El predicador se dedica a visitar las comunidades de la región. “Llevamos la Palabra al interior y también afuera del municipio, mostrando lo que Dios tiene para ofrecer a cada uno”, garantiza Wellington, apuntando las creencias tradicionales arraigadas de los nordestinos como uno de los mayores desafíos misioneros: “Esto hace que el mensaje de salvación encuentre dificultades para germinar”, lamenta. De acuerdo con Wellington, aceptar a Jesús es una deshonra para buena parte de esas familias: “En algunas regiones, hablar del Evangelio es una afrenta a la fe que ellos profesan. Muchos nos cierran las puertas, pero, orando, quebramos paradigmas y predicamos la Palabra”, explica el pastor. Además de las visitas, la evangelización es realizada usando otros medios. “A pesar de las dificultades, predicamos en los cultos y en el programa que hago en una radio local, diariamente, a la hora del almuerzo.” Algunos residentes del municipio también reciben una señal televisiva y pueden seguir el Show de la Fe. “Así, han conocido el amor de Dios”, afirma el líder.
Para Wellington, el mayor obstáculo en la ciudad es la escasez de trabajo. “Lamentablemente, hay pocas empresas aquí, por eso las personas tiene que emigrar a las metrópolis en busca de empleo. Parten con un pesar en el corazón, porque la gente del sertón ama su tierra.” La IIGD en Delmiro Gouveia también evangeliza en una feria de agricultores de la región.
Demostración de amor
En Juazeiro del Norte (estado de Ceará), un municipio conocido por la espiritualidad fervorosa de sus habitantes, el Pastor Vitor Hugo Gomes Costa, de la IIGD local, enseña que solamente Jesús puede salvarlos. “La Palabra es predicada de forma práctica, no tan solo diciendo que Jesús los ama, sino demostrando ese amor, visitando, formando discípulos y ayudando mediante la acción social. En la medida de lo posible, atendemos a las necesidades y dolores, mejorando la calidad de vida de la población”, explica el pastor, que no trabaja solamente en Juazeiro: “Con sabiduría, llevamos el Reino de Dios a las comunidades vecinas. Ya evangelizamos en Misión Vieja y Brezal Santo, donde ganamos vidas para Cristo, además de que actuamos en las comunidades de Milagres y Farias Brito”, relata Vitor Hugo.
MQV en acción
En Patos (del estado de Paraíba), el grupo Mujeres que Vencen está orientado al público femenino del sertón. La asistente administrativa Suzana dos Santos Oliveira, de 39 años, líder del ministerio, desarrolla un proyecto misionero notable junto a este público. “Los mensajes son predicados de acuerdo con la manifestación de Espírito Santo. Enfrentan innumerables problemas, como la agresión física y psicológica, dificultades financieras, prejuicios, depresión y opresión, esto último no raras veces de parte de la propia familia”, cuenta Suzana, también rescatada por la iniciativa de la IIGD en el municipio. “Alguna vez estuve en su lugar, entonces las entiendo. Yo les digo que Dios nos hizo más que vencedoras y, de esa forma, he alcanzado muchas almas para Jesús.”
Según la líder del grupo MQV, las condiciones de vida y la depresión son tabúes, de allí la dificultad para abordar esos asuntos. “Hablo con ellas de igual a igual. Ofreciendo mi testimonio, logro llevarlas a la Iglesia. Sin embargo, es un trabajo arduo”, afirma Suzana, que padeció antes de conocer a Jesús. “Pasé hambre, sufrí abusos, fui agredida y llegué al fondo del pozo. Anduve por el valle de la sombra de la muerte, morí y fui reanimada. No tuve madre ni padre, y nadie cuidó de mí, pero el Señor me dio una nueva oportunidad”, se emociona. La asistente administrativa es miembro de la IIGD en Patos hace ocho años. “Pasé días en coma. Cuando desperté, alguien de la IIGD me evangelizó y me llevó a la Iglesia. Acepté a Cristo, y Él reescribió mi historia”, conmemora.