Oración del Patrocinador- 40
Test – Octubre – 2022
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NO DEJE QUE LA TRISTEZA LO DOMINE
Uno de los grandes peligros para el ser humano es dejar entrar la tristeza en su corazón. Con esta, vienen una serie de males, que harán de su vida un infierno, así como ocurrirá con las demás personas a su alrededor, quienes se enterarán de lo que le sucedió. Vamos a enumerar algunos problemas que surgen cuando deja que ese mal sentimiento lo domine, al igual que la salida para deshacerse de él. ¡Tome medidas urgentes antes de que sea demasiado tarde!
PROBLEMAS – Cuando la tristeza toma el mando de su vida, empieza a relajarse en la fe, ya no le importa su situación moral ni tiene ganas de orar y buscar del Señor el fin de esa opresión diabólica. El desaliento surge con la bandera izada por el diablo en su corazón, como una declaración de que usted y todo lo que posee –bienes, familia e incluso sus sueños y deseos– son de él. Ahora bien, si el enemigo reclama alguna participación en su vida, o va contra usted con una aparente fuerza descomunal, las Escrituras prometen que el Espíritu de Dios saldrá en su socorro: Y temerán desde el occidente el nombre de JEHOVÁ, y desde el nacimiento del sol, su gloria, porque él vendrá como un río encajonado, impelido por el soplo de JEHOVÁ (Isaías 59:19).
FALTA DE CUIDADO – No cuidar su apariencia y ser cortés con las personas que se cruzan en su camino demuestra que su salud no es buena. Por supuesto, quien se encuentra así pronto cae en depresión, y esto es muy grave, porque en ese momento se abrirá al diablo, quien no tardará en obligarlo a actuar contra su propia vida. La Palabra enseña a los temerosos de Dios: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros (Santiago 4:7).
EL EJEMPLO DE ELÍAS – Cuando la presión de Jezabel resultó ser fuerte contra Elías, él se dejó llevar por su amenaza, huyendo sin destino. ¿Cómo podía el profeta del Señor temer por su vida, ante la amenaza de la reina pecadora y malvada, sierva del ídolo, símbolo de perdición en la tierra del pueblo de Dios? Caminó hasta el desierto, dejó allí a su ayudante y se fue a ese lugar desolado, camino de un día, deseando la muerte. Es inimaginable escuchar que el héroe de Israel sucumbió al miedo de esa manera. ¿Será que Dios no era el mismo? Elías ni siquiera oró pidiendo dirección: Y se fue al desierto, camino de un día, y vino, y se sentó debajo de un enebro; y pidió en su corazón la muerte, y dijo: Luego de caminar todo un día por el desierto, fue a sentarse debajo de un enebro. Entonces se deseó la muerte y dijo: «Basta ya, Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres» (1 Reyes 19:4).
DÓNDE ESTABA DIOS – El Señor pensó de manera diferente a la mente temerosa del profeta, porque pronto envió a Su ángel para despertar a Su intrépido siervo. Esto sucedió dos veces: Y el ángel de Jehová volvió la segunda vez, y lo tocó, y dijo: Levántate y come, porque el camino es muy largo para ti (1 Reyes 19:7). Esto debería ser un ejemplo para todo cristiano. Dependiendo de lo que les suceda, muchos se duermen y así desprecian la Palabra enviada para resolver su situación. Ahora lo que el Señor dice es Su plena voluntad, y Él cumplirá Su promesa sin importar la amenaza: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán(Marcos 13:31).
DECADENCIA ESPIRITUAL – El rey Saúl fue levantado por voluntad de Dios, pero se escondió porque no quiso cumplir el plan divino (1 Samuel 10:22). Pero con el tiempo, disfrutó de ser rey –el gobernante de su pueblo– y se olvidó de que el Señor lo había elevado a esa posición. Entonces su vida se convirtió en una sucesión de caídas, hasta que fue herido por una flecha disparada en una batalla contra los filisteos, disparada sin propósito: al azar. Pensó que ya no estaba en condiciones de seguir con vida y se suicidó. ¡Cuidado con sufrir una caída espiritual! Ello puede llevarlo a una tragedia. Renunciar a la vida aquí en la Tierra le traerá la condenación eterna. ¡Cuídese y nunca haga eso!
RELAJACIÓN MORAL – Salomón fue elevado a rey por el propio Dios, quien lo designó como el sucesor de David en el trono, dándole tal sabiduría que nadie más volvió a alcanzar. Sin embargo, la falta de miedo le hizo amar a muchas mujeres, y esto arruinó su reino. El Altísimo respetó lo que dijo de él, pero el precio lo pagó su hijo Roboam, quien, por cierto, no había sido instruido en los caminos del Señor (2 Crónicas 12:14). Acerca del error de Salomón, así dice la Palabra: Cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era ya perfecto para con Jehová, su Dios, como el corazón de su padre David (1 Reyes 11:4). Cuídese de que el diablo no looprima a causa de la debilidad moral. ¡A muchos les ha ocurrido en estos días!
DESPRECIO POR EL PROPIO CUERPO – La tristeza ha llevado a muchas personas a dejar de cuidar su propio cuerpo. Ahora, deben meditar en la declaración del Altísimo, pues el precio a pagar será alto. La Biblia declara: ¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es (1 Corintios 3:16, 17).
DESINTERÉS POR LA FAMILIA – Muchos matrimonios son solo por apariencia. Esto es como una mala semilla que se planta en los niños día tras día. Como no ven reinar el amor en el hogar, más adelante harán lo mismo cuando se casen y, a su vez, sus hijos también. Entonces solo les quedará vergüenza en el Juicio. Lo que más disgusta es que no importe si el cónyuge será salvo o no. Ninguna persona que haga esto tiene garantía de salvación, porque Dios dice: porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo (1 Timoteo 5:8).
En Cristo, con amor,
R. R. Soares