Oración del Patrocinador – 49
Parte del Cuerpo de Cristo
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EL DIOS DE LO IMPOSIBLE
A pesar del diagnóstico de esterilidad, Saulo Henrique y su esposa, Cláudia Anulle, fueron agraciados con el nacimiento de su hija
Viviane Castanheira
El nacimiento de una criatura es motivo de alegría para la familia, especialmente cuando los padres habían recibido un diagnóstico de esterilidad. Quien ve la sonrisa de Saulo Henrique Salto Rosim, de 39 años, y de su esposa, Cláudia Anulle Haría Rosim, de 36, no imagina el proceso angustiante que ellos enfrentaron.
Cuando llevaban cuatro años de casados, Saulo y Cláudia decidieron que era la hora de tener un heredero. “Intentamos durante tres años”, cuenta Saulo. Él no desconfiaba de que había algún problema en su salud hasta consultar con un especialista. Cláudia fue la primera que buscó orientación médica. “El ginecólogo confirmó que de mi parte estaba todo en orden”, relata ella. Entonces el foco pasó a ser la salud de Saulo. “Yo jamás me hubiese imaginado que tenía un problema”, afirma el empresario, que se hizo una batería de exámenes. “Se constató un 99% de mortalidad de mis espermatozoides. El médico nos dijo que sería difícil que yo pudiera ser padre por los medios tradicionales.”
Después del disgusto inicial, Saulo decidió empezar un tratamiento. “Tomé medicamentos durante tres meses, pero el cuadro no mejoró.” Ante esta mala noticia, los médicos optaron por una cirugía para corregir una dilatación anormal de las venas testiculares, conocida como varicocele, principal causa de infertilidad en los hombres. Tres meses después de la realización del procedimiento, Saulo descubrió que el resultado no era el esperado por los especialistas. “Sentí una frustración enorme. Era como si el demonio me dijese: “Aunque sirves a Dios, no puedes ser padre”, lamenta.
Hasta ese momento, Saulo no le había compartido el problema a la esposa. Sin embargo, y a pesar del temor a causarle más sufrimiento, decidió conversar con ella y se sorprendió. “Creí que Cláudia se desmoronaría, pero sucedió lo contrario. Ella me dio las manos y me dijo que estábamos juntos y que Dios honraría nuestra fe.”
Ante esta revelación, la pareja confió en Jesús. “Dios me habló. Entonces, le dije a mi esposo que mantuviese la paz, porque el Señor ya me había preparado”, recuerda Claudia. “De madrugada, el Altísimo me dijo que mi descendencia sería una bendición y que mis hijos estarían conmigo”, revela.
Con el apoyo de su esposa, Saulo volvió al médico y repitió los exámenes. No obstante, volvió a oír del especialista que no sería padre por medios naturales. “El urólogo había hecho todo lo que podía y me derivó a una clínica de fertilización”, recuerda Saulo. Pero la pareja pactó que buscaría solo la intervención divina. Así, los dos clamaron por un milagro. “A pesar de las adversidades, buscábamos al Señor. Devolvimos el diezmo y las ofrendas y, además, somos patrocinadores del Show de la Fe”, detalla Saulo.
La buena noticia llegó después de cuatro años de tentativas frustradas. En agosto de 2018, Claudia sorprendió al esposo con la noticia del embarazo. “¡Mi esposa llegó con un sobre que tenía un chupete y el resultado positivo del embarazo, para la gloria de Cristo!”, cuenta Saulo. Como faltaba poco para el cumpleaños del empresario, le contaron la novedad al resto de la familia el día de la fiesta. “Todos lloraron al oír nuestro testimonio”. Esther, la bebé de Saulo y Cláudia, nació en el día 25 de abril de 2019. “Dios trabaja en el 1%. Y aunque no existiera ese pequeño porcentaje, el Señor honra nuestra fe y hace el milagro”, enseña Saulo, que congrega con la familia en la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios en Porto Ferreira, interior de São Paulo.