Más que vencedores
Bendiciones para mamá e hija
NUEVA VIDA PARA FRANCISCA
Cuando le diagnosticaron cáncer de mama, se le vino el mundo encima de la funcionaria pública Francisca Cruz de Oliveira. A los 40 años, las perspectivas eran la mutilación de su cuerpo y la muerte. “El médico me dio, como máximo, seis meses de vida más”, recuerda. Desesperada y considerando el suicidio para acortar el sufrimiento, pasó frente a una Iglesia Internacional de la Gracia de Dios. “Dios tocó mi corazón para que entrara al templo. Allí, encontré al verdadero Jesús”. La vida de Francisca cambió. Sanada, encontró la motivación para seguir adelante. Hoy, a los 61 años, es una colaboradora dedicada en la casa del Señor: “He llevado a Jesús a muchas personas y hago su obra con alegría”.