“Dios nos honra”
A la espera de un milagro
FUE PURA CASUALIDAD
El técnico de soldadura, Pedro Celso Sousa Abreu, de 19 años, no tenía idea de que conocería a alguien especial cuando asistió a la Iglesia Internacional de Graça de Deus (IIGD) en el barrio de Anjo da Guarda en São Luís (MA). Asistió a las reuniones de fe a pedido de los padres de su novia. No sentía simpatía por los evangélicos, pero como estaba enamorado aceptó la propuesta. La rutina del joven consistía en fútbol, copas y fiestas. Sin embargo, con el tiempo, la Palabra encontró terreno fértil en el corazón de Pedro. Después de seis visitas, el joven no iba más por obligación y la Palabra de Dios tocó profundamente su alma. Aceptó a Cristo como su Salvador y Señor. La semana siguiente, Pedro se contagió de covid-19 y estuvo postrado en cama. Quería recuperarse para poder ser bautizar. Dios le concedió esta gracia: un mes después de su conversión, el joven recibió el bautismo y las bendiciones comenzaron a llegar a su vida. Consiguió un trabajo y empezó a ayudar a su familia. “Lo más importante es que hoy tengo a Jesús”, enfatiza el joven soltero. Él y su antigua novia se hicieron buenos amigos y hermanos en la fe.