Más allegados que hermanos
“Jesús nos dio la victoria”
APRENDED DE MÍ
Las últimas palabras de Jesús fueron: Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén. (Mateo 28:18-20).
El autor del Salmo 119 habla sobre el cambio de vida que ocurrió en él, después de aprender del Señor: No me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste (Salmos 119:102). Todas las personas que quieren ser exitosas deben buscar la orientación de Dios para actuar de la manera correcta. Esto solo ocurrirá cuando la Palabra les salte a los ojos, mostrando que el Todopoderoso habló con ellas. ¡Que aprendan a nunca apartarse de los juicios declarados por Él! ¡Únase a nosotros!
Jesús habló de la importancia de ser enseñado por el Padre: Escrito está en los Profetas: “Y todos serán enseñados por Dios.” Así que, todo aquel que oye al Padre y aprende de él, viene a mí. (Juan 6:45). Los padres deben pedir orientaciones al Omnisciente sobre cómo hablar con sus hijos acerca de las Escrituras, llevándolos a comprender la oportunidad que existe en la Iglesia, cuando el pastor imparte a la congregación el mensaje recibido de Dios. Así, muchos serán salvos. ¡Únase a nosotros!
La decoración del tabernáculo en el desierto estuvo a cargo de Bezaleel, a quien el Señor le dio ciertas habilidades: Y lo ha llenado del espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, en la talla de piedras de engaste y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Ha puesto en su corazón el don de enseñar, tanto a él como a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan (Éxodo 35:31-34).
El Señor llenó de sabiduría el corazón de ellos, para que hicieran la obra del maestro y colocaran en práctica las nuevas invenciones: «Así, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre de talento a quien Jehová haya dado sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová.» (Éxodo 36:1). ¡Únase a nosotros!
Los pastores deben concientizarse de que sirven al Señor para aprender y transmitir al pueblo las enseñanzas que les son suministradas. Así, la obra del Eterno crecerá y será una bendición entre todos los pueblos. Dios habló a Moisés de la siguiente manera: Y tú quédate aquí conmigo; yo te diré todos los mandamientos, estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy en posesión.” (Deuteronomio 5:31). El Evangelio es la verdadera Tierra de la Promesa. ¡Únase a nosotros!
En los días de Jeremías, el pueblo era llevado a cometer iniquidades, por eso el profeta lanzó una proposición: ¿Podrá cambiar el etíope su piel y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer el bien, estando habituados a hacer lo malo? (Jeremías 13:23). A través de esta afirmación de la Palabra se demuestra que, dependiendo de la enseñanza recibida, actuaremos bien o mal. ¡Únase a nosotros!
En Cristo, con amor,
R.R. Soares