La promesa se cumplió
“No cambiaría a Jesús por nada”
¡ÚNASE A NOSOTROS!
Este mes, hablaremos de los cristianos que no se preocupan por conocer aquello que pueden o que no pueden hacer de acuerdo con el Evangelio, y que argumentan que eso no tiene importancia. Entonces, cuando oyen sobre alguien que supuestamente pecó, juzgan a esa persona y la condenan basados en lo que oyeron.
Quien actúa de esta forma debería verificar si las cosas realmente son como dicen. El Señor nos impidió juzgar el prójimo: No juzguéis, para que no seáis juzgados (Mateo 7:1). Si este tipo de acciones nos cierra la puerta del auxilio divino, porque nos convierte en transgresores, ¿por qué desobedecer las orientaciones del Maestro? ¡Únase a nosotros!
Es peligroso juzgar a las personas. Dios no nos llamó para que hagamos eso. No actúe de esa manera, pues usted será juzgado con la misma vara que utilizó para condenar a su hermano. Retenga lo que Jesús dijo, pues todo qué Él decía venía del Padre, y el Padre es el Señor de todos, tanto de los buenos como de los malos, que se creen en el derecho de condenar o absolver a los demás. Jesús dijo: Porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá (Mateo 7:2). Habiendo sido advertidos por el Juez de la Eternidad de que vamos a tener problemas en el juicio final, ¡sería bueno dejar de emitir juicios! ¡Únase a nosotros!
Los padres israelitas habían hecho enojar al Señor. Jesús habló del error que ellos cometían, al referirse a sus padres y los profetas muertos por ellos: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos y decís: “Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no habríamos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.” (Mateo 23:29,30). Según el Maestro, al hablar así provocaban a sus padres, pues confesaban que ellos habían matado a los profetas. Cuando no entendemos lo que le sucedió a otra persona, es mejor quedarnos en silencio sin emitir opinión. ¡Únase a nosotros!
Está claro que ellos sabían que sus padres habían matado a los profetas, pero ahora los mismos demonios que habían usado a los padres para asesinar a los profetas también los llevaría a matar al Hijo de Dios, pues los rebeldes no Lo aceptaban como el Enviado de Dios. No se debe juzgar a nadie, sino entregar al Señor el juicio, pues Él es Omnisciente. Sobre los escribas y fariseos, el Maestro dijo: ¡Serpientes, generación de víboras!, ¿cómo escaparéis de la condenación del infierno? (Mateo 23:33). Esfuércese para no ser llevado al Tribunal de la Eternidad, y no tendrá sobre sí ninguna acusación. Fuimos juzgados en Jesús. ¡Únase a nosotros!
Cuando llevamos a alguien a Cristo, esa persona nace de nuevo. Esa experiencia es importante para que la persona no sea llevada al Tribunal de la Eternidad, sino que sea salvada y liberada del mal. Por eso, venga al Reino de Dios, y usted no será condenado. ¡Únase a nosotros!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
1 Comment
Kisiera k oremos para que m kede de base en mí trabajo en el nombre poderoso de Jesucristo amén y amén