Oración del Patrocinador – 49
Parte del Cuerpo de Cristo
COMPARTILHE
BUENOS AIRES A LOS PIES DE JESÚS
Dr. Soares realiza siete encuentros de sanidad y liberación en la capital argentina
Viviane Castanheira
Del 13 al 19 de octubre, Buenos Aires, la capital argentina, fue escenario de un evento que reunió a cientos de personas en busca de las enseñanzas de la Palabra de Dios. El seminario Sanidad, Liberación y Poder, realizado por el Dr. Soares, marcó la historia de la sede de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios en el país.
El líder de la IIGD en la nación, Pr. Anselmo Battistella, dirigió las alabanzas a lo largo de las siete reuniones y preparó los corazones de los presentes para la predicación de la Palabra del Señor que vendría a continuación. “Aquí cada minuto el Señor abre la puerta para que conozcan lo sobrenatural de Dios. ¡Crean! ¡Verán milagros en el Nombre de Jesús!”, dijo el pastor. “Esta semana saldremos de aquí llenos del Espíritu Santo y con una alegría que nada nos podrá quitar, una alegría que nace en el alma. Lo esparciremos dondequiera que vayamos”, profetizó.
Renovación espiritual
El primer día, el Dr. Soares habló sobre la historia de la mujer con flujo de sangre, basándose en el Evangelio de Marcos, capítulo 5, versículos 24 a 34. “¡Tengan un encuentro real con Cristo, como aquella mujer, y sean sanados y liberados, en el Nombre de Jesús!”, declaró el líder del ministerio. Esta Palabra marcó el tono de las demás reuniones que impregnaron los otros seis días. Los servicios exaltaron el poder de la fe en Jesús para transformar las circunstancias y sanar y salvar al pecador. Durante el seminario, el Dr. Soares enseñó que es fácil ser sanado, solo hay que usar la fe y abandonar los pensamientos negativos. “Hoy ha llegado el día de ser positivo, de tomar una decisión: ‘Voy a creer en Dios con todo mi corazón y con toda mi alma’. Experimenta una renovación espiritual, entonces Dios entrará en tu vida y saldrás victorioso, en el Nombre de Jesús.”
Siguiendo la orientación del predicador, varias personas fueron alcanzadas por el poder de Dios y dieron testimonio de su sanidad. El testimonio más llamativo fue el de Espíndola Nicolasa, que llegó a la iglesia con dificultades motrices debidas a problemas de espalda. Sin embargo, después de realizar la oración de fe, Espíndola pudo caminar e incluso correr. “Aquí camino libremente. Dios es maravilloso”. Su hijo, Juan Carlos, también necesitaba ayuda. Juan enfermó de Parkinson hace siete años y desde entonces sufría los temblores típicos de la enfermedad. Al ver que el niño padecía la enfermedad, el misionero le habló: “El Jesús que sanó a tu mamá puede sanarte a ti también. Él ya ha entrado en tu vida, tú lo has aceptado como tu Señor. Así que mírame y haz lo que te digo”. Soares le pidió a Juan que levantara los brazos a la altura del pecho tres veces. La tercera vez, el joven consiguió que sus manos no temblaran. Juan aplaudió emocionado. “Comenzó a producirse la sanidad en su vida. Dios ha comenzado una buena obra en la vida de mamá e hijo. Hermanos, yo no soy nada, soy como vosotros. He aprendido a tomar posesión de la bendición, y eso es lo que ustedes también deben hacer. Deben poner en práctica su fe en Jesús”, afirmó.
A lo largo de las reuniones, que transcurrió entre alabanzas y la predicación, se exhibían varios testimonios de sanidad y liberación que tuvieron lugar en todo el mundo por medio del ministerio de la Iglesia de la Gracia, alimentando la fe de los porteños presentes. “Nos hemos vuelto más grandes que el sufrimiento y no debemos tener miedo de que el Señor no actúe. ¡Él va a actuar! Jesús no es mentiroso, Él dijo: Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará(Lucas 10:19). Entonces, todo lo que tenemos que hacer es creer”, resaltó el Dr. Soares. Todas las predicaciones fueron para enseñar al pueblo argentino a aumentar la fe en Jesús y aprender a tomar posesión de todas las bendiciones de Dios, que ya fueron liberadas por la muerte del Salvador. “Jesús ya conquistó todo en la cruz, tan solo necesitamos tomar posesión”, concluyó el Dr. Soares.