Un año nuevo de bendiciones
Test – Diciembre – 2023
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INTERVENCIÓN DIVINA
Su útero fue tomado por miomas, pero Nara Roquelina hizo declaraciones de fe y vio cómo el mal desapareció
Viviane Castanheira
En 2021, después de hacerse exámenes de rutina, Nara Roquelina Brito Rodrigues, de 40 años, recibió un diagnóstico que la desestabilizó: tenía tres miomas en el útero. La indicación para su caso era hacerse una histerectomía (es decir, una remoción quirúrgica del útero). Nara, que es soltera y no tiene hijos, se afligió. “En mi corazón, tenía un gran deseo de ser mamá, y por eso no acepté ese pronóstico”, asegura la asesora parlamentar, que inició un tratamiento alternativo.
Lamentablemente, el organismo de Nara no reaccionó bien al tratamiento, y la cirugía para extraer los miomas fue inevitable. “Fui a parar a la emergencia con una hemorragia severa. Allí, descubrí que los miomas no solo habían crecido, sino que también surgieron otros nuevos. Pero yo no aceptaba perder el útero”. Confiando en que su órgano podría ser preservado por Dios, permaneció en oración.
Mientras intercedía, constató la acción divina cuando el profesional de salud que la acompañaba la derivó a un especialista en miomas. “Fueron cinco meses más de tratamiento intenso, y, una vez más, los resultados no fueron favorables. Los miomas seguían creciendo, y mi útero tenía un tamaño como si estuviera de cinco meses de gestación”, cuenta.
Una vez más, Nara oyó que la única solución era que le extrajeran el órgano. “Ya casi estaba dándome por vencida. Estaba emocionalmente abatida, sentía que iba a perder la guerra contra esa enfermedad, pero me aferré al poquito de fe que aún restaba en mi corazón.” Viendo el estado de su paciente, el especialista sugirió hacer la cirugía, pero intentando preservar el útero al máximo. Esas palabras trajeron paz al corazón de Nara, que entonces aceptó la decisión. “En octubre de 2022, me realicé una miomectomía (un procedimiento quirúrgico para remover nódulos uterinos). Gracias a Dios, todo salió bien, los miomas fueron retirados, y mi útero preservado. ¡Aleluya!”
Sin embargo, la lucha de Nara no terminó ahí. Cinco meses después de la cirugía, la asesora sufrió otra hemorragia, y nuevos exámenes mostraron la presencia de otro mioma. “No acepté ese cuadro y declaré: ‘Dios es más grande que cualquier nódulo. Esta vez, ¡yo no iré a la mesa de cirugía!’”. En mayo de 2023, Nara participó de un propósito de oración en la sede de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios en Fortaleza (estado de Ceará, Brasil), donde congrega, y determinó su sanidad. “Participé del propósito Bendición de los Cuatro Vientos. En un momento de oración, el pastor fue usado por Dios y dijo: “El ángel del Señor pasó ahora con su sanidad”. En ese momento, tomé pose de mi bendición y sentí cómo Dios me sanaba”, se emociona Nara. Después del propósito, no tuvo más sangrados, y nuevos exámenes constataron que su útero estaba limpio y sin ningún mioma. “Jesús me sanó.”