“¡Dios es hermoso!”
“Alegre mamá de hijos”
COMPATILHE
FELIZ AÑO NUEVO, CON CRISTO
Evangélicos hacen sus proyectos para 2024 en la certeza de que el Señor honra a quienes creen y Le son fieles
Carlos Fernandes
El año 2023 llega a su fin en medio de muchas incertidumbres. Estuvo atravesado por dos conflictos de proporciones internacionales —la Guerra de Ucrania, que camina hacia el segundo año, y la lucha de Israel contra el grupo terrorista islámico Hamas. El desenlace de ambas crisis es desconocido, pero sus repercusiones dentro de la política a nivel global ya se hacen sentir. Por otro lado, en Brasil, el año estuvo marcado por cambios, y lo que está por venir en el campo de la política, de la economía y de la sociedad aún es incierto. Sin embargo, la llegada del año nuevo es una ocasión que despierta esperanzas y alimenta sueños. Y, en el caso de quienes creen en el Señor, la fe trae la certeza de que, pase lo que pase en Brasil y en el mundo, es posible sentirse seguro en los brazos del Señor.
Confiar en el cuidado de Dios para con los suyos es lo que asegura un año promisorio. “Tengo fe de que 2024 será mucho mejor que 2023, con el Señor al comando”, se entusiasma la docente y profesional de artes culinarias Maria Lassalete Alves Mendes, que reside en Lisboa, Portugal, con sus hijos, Bárbara y Sérgio Daniel. “Realmente, como dice la Palabra de Dios, buscar al Señor en primer lugar hace que todo lo demás venga por añadidura y contribuya para nuestro bien.” En el caso de esta hermana, la comunión con el Señor viene desde hace mucho tiempo. Salete, como prefiere ser llamada, aceptó a Cristo como su Salvador a los 15 años, pero no se vinculó a ninguna iglesia. Así fue hasta 2009, cuando fue invitada a una reunión de la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios. “Aquí, yo me afirmé, fui bautizada y sigo hasta hoy”, cuenta.
El sueño de Salete para 2024 es concretizar un antiguo proyecto que el Señor sembró en su corazón. Mientras espera, Salete tiene otro pedido: “Ver a mi familia y mi hogar verdaderamente rendidos a los pies del Señor”.
La misma expectativa de que el año nuevo traerá la salvación para sus parientes la tiene Giovanna de Sena Marques. Casada con el Pr. Gladson Marques, de la Iglesia de la Gracia en Belo Horizonte, Brasil, quiere ver a toda la familia sirviendo al Señor: “Para el cristiano, es necesaria una fe inquebrantable en Jesús, y esta viene por medio de Su Palabra. Si queremos estar listos para 2024, o para cualquier otro año, debemos mantenernos atentos a las orientaciones de Dios y firmes en Su Palabra.” Giovanna destaca el texto de Josué 5:12: “comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año”, convirtiendo este mensaje en una esperanza.
“Voluntad de Dios”
Si, para gran parte de las personas, la llegada del Año Nuevo es motivo de festejos y confraternizaciones, para la ingeniera Juliana Raquel de Almeida Pires Vital, la prioridad es buscar la voluntad de Dios para su vida. “Quiero estar aliñada al propósito del Señor para mí en el campo personal, profesional y espiritual”, afirma. Ella pasó por momentos difíciles en 2022 y 2023. La muerte de su mamá la llevó a un período de reestructuración como persona y como cristiana: “Es un momento de cicatrizar heridas y de nuevos desafíos profesionales. Mi vida espiritual sobre todo se fortaleció. Cuanto más fuertes soplan los vientos sobre nosotros, más debemos profundizar nuestras raíces en Cristo Jesús”. En el templo sede de la Iglesia de la Gracia en Belo Horizonte, Brasil, Juliana auxilia al esposo, el Pr. Edclécio, en el liderazgo de la Juventud a nivel del estado de Minas Gerais.
“El cristiano debe, sí, hacer sus planes para 2024 y consagrarlos a Dios, con confianza de que alcanzarán el éxito”, señala. Juliana entiende que, en la agenda del año nuevo, no podemos perder de vista las señales del regreso de Cristo: “Debemos prepararnos para ese Gran Día, pues el Señor está a las puertas”. Para Juliana, a pesar de que se pueden esperar situaciones difíciles, pues la Biblia habla sobre “tiempos trabajosos”, no debemos entregarnos a las preocupaciones, pues el porvenir pertenece al Señor. “Sus ojos están siempre sobre Su pueblo, por eso nuestra confianza no desfallece cuando las cosas no acontecen como lo esperamos.”
Otra fiel que entra al año nuevo con propósitos muy definidos es la promotora de ventas Carla Patricia Dias, de Jaboatão dos Guararapes (Pernambuco, Brasil), donde es colaboradora en la Iglesia Internacional de la Gracia de Dios. Ella, que es muy activa en la obra de Dios, además es ministra de alabanza y líder segunda del grupo Mujeres que Vencen (MQV). “Este año fue de aprendizajes y victorias, pero también de pérdidas”, comenta. Para ella, el cristiano debe, cada día, afirmarse en la Palabra de Dios, pues todo lo que está ocurriendo en el mundo —como las guerras y los desastres naturales — está escrito, y se cumplirá. “Pido al Señor que 2024 sea un año de cambios.” Casada con Joaquim Carlos de Moura dos Santos y mamá de Roberta Luiza y de Carlos Daniel, tiene planes para la familia: “Queremos terminar de reformar nuestra casa, y yo planeo empezar la Facultad de Gastronomía”, cuenta, entusiasmada.
A los 52 años, Joel Pereira Franco trabaja en restaurantes desde que llegó a Portugal, hace 21 años. Desde entonces, ha alcanzado muchas conquistas, como un automóvil y moto nuevos. Otra victoria fue la ciudadanía portuguesa que él, su esposa, Ivanilda, y su hija, Maria Eduarda, consiguieron. Además, Maria Eduarda terminó la facultad de Derecho y, ahora, cursa una maestría, mientras que Ivanilda pudo abrir una clínica de estética en el Centro de Lisboa, donde la familia vive. La fidelidad al Señor en los diezmos y en las ofrendas es observada con seriedad por todos ellos, y Joel está muy ligado a la Iglesia de la Gracia, donde participa de las reuniones de Hombres que Vencen y de varias otras actividades. “Gracias a Dios, he conquistado muchas cosas”, comenta, agradecido al Señor. Ahora, el sueño de los Franco para 2024 es doble: tener su casa propia, tanto en Portugal, como en Brasil: “¡Es el proyecto de nuestro corazón!”. Si depende de su fe y fidelidad, ¡la victoria está garantizada!